Sala 1

Sala 1
De fragmentarse

Todos los días en este asombroso proceso de estar vivo, nuestro cuerpo muere y se regenera sin que lo percibamos.….

En esta sala, De fragmentarse, represento el proceso de despojarse de los viejos ropajes, de desmantelar las estructuras internas, como parte del proceso continuo de fragmentarse y re-integrarse, que forma parte del proceso de individuación. *

Cada uno de nosotros tiene el recurso interno de despojarse de la vieja identidad y las viejas estructuras internas para llegar a ser quien realmente se es. Un proceso consciente para algunos de nosotros, un camino elegido, y no por eso menos doloroso, de múltiples pieles que nos fueron impuestas, que se vuelven muy estrechas, pieles que son y no son nuestras, de las que debemos despojarnos, de las que nos debemos desprender.

En mi interior, mis procesos reverberan y hacen resonancia con los procesos de la vida de Sor Juana.

Las imágenes en esta sala: entrañas, huellas, partes desmembradas, órganos/células diseccionadas representan partes del interior de mi cuerpo, tu cuerpo, el cuerpo de todos. Cada una simboliza momentos de la fase de fragmentación durante la etapa de desmembramiento,** precondición, por aterradora que sea, del proceso de re-integración.

Sé, desde lo más profundo de mi ser, que por doloroso y aterrador que sea, el desmembramiento es una condición sine qua non para la realización de una nueva identidad.

En mi caso, utilizo una integración de pintura y psicoanálisis como herramienta. Esto involucra un movimiento perpetuo, el equilibrio adquirido gradualmente de ciclos y capas de movimiento, como metáfora visual de estos procesos iniciales y cíclicos de desmembramiento.

Como siempre, el mundo vegetal está presente tanto en mi conciencia como en mi obra. Para mí, la tenacidad vegetal, la esencia de la vida, se encuentra en estos seres que nos acompañan y de los cuales dependemos, aunque no estemos conscientes de ello. Sus troncos, hojas, ramas, raíces son símbolos muy poderosos de los orígenes de la vida que conecta a todos los seres vivientes.

Una de las características singulares de esta sala es que tiene rieles transportadores instalados en el techo. Los utilizo con el fin de trasladar capas de velos, que permanecen por unos instantes sobre cada cuadro, y así transforman cada obra de manera temporal. Esta idea había emergido en mí para una pieza en la exposición Denudatio perfecta (2015). Sin embargo, por razones logísticas, fue imposible llevarla a cabo en ese momento, y ahora se presenta como recurso a la mano.

Esta sala, De fragmentarse, también incluye algunos autorretratos que forman parte de la serie “Cabezas coronadas”, inspirados en la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz de Sor Juana (nota 1). Como tantas veces en mi obra, la cabeza representa las múltiples variantes a través de las cuales hablo de mí misma y el sufrimiento.

Estas cabezas veladas y sutiles, llenas de materia pictórica, retoman los autorretratos de mi exposición Memoria del cuerpo ( 2000). Muestran la semilla inherente de la permanencia y la fuerza que subyacen en los procesos individuales y universales frente a la respuesta al maltrato, la disolución del corazón, la auto-protección inadecuada, y la preparación del territorio para que se dé el proceso de transformación.

* El proceso a través del cual el individuo, a lo largo de su vida, se forma, se diferencia, y desarrolla los potenciales innatos de su psique. Se refiere al desarrollo psicológico del individuo, distinto de la psicología colectiva general. (C. G. Jung, Volumen 7, Obra Completa, párr. 269) La meta, la individuación, es importante sólo como idea; lo esencial es el opus que conduce a la meta (C. G. Jung, Volumen 16, Obra Completa, párr. 400)

** El desmembramiento es un estado doloroso de transición, un opus contra naturum, que en su aspecto creativo conduce a un proceso profundo de transformación psicológica.

Nota 1
Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, Sor Juana.
Cuando los soldados hicieron burla, entretenimiento y diversión de Nuestro Señor Jesucristo, trajeron una purpura vieja y una caña hueca y una corona de espinas para coronarlo por rey de burlas. Pues ahora la caña y la purpura eran afrentosas, pero no dolorosas; ¿por qué sólo la corona es dolorosa? No basta que como los demás insignias, fuese de escarnio de ignominia, pues ese era el fin? No, porque la sagrada cabeza de Cristo y aquel divino cerebro eran depósito de la sabiduría; y cerebro sabio en el mundo no basta que esté escarnecido, ha de estar también lastimado y maltratado; cabeza que es erario de sabiduría, no espere otra cosa que espinas. ¿Cuál guirnalda espera la sabiduría humana si ve la que obtuvo la divina? porque es el triunfo obtenido con dolor y celebrado con llanto que es el modo de triunfar la sabiduría; siendo Cristo, como rey de ella, quien estreno la corona, porque santificada en sus sienes, se quite el honor a los otros sabios y entiendan que no han de aspirar a otro honor.